En el Día de la Mujer, celebramos la notable contribución de mujeres viticultoras, enólogas y bodegueras que han dejado una huella imborrable en el mundo del vino. Desde LaVinateria queremos rendir homenaje a sus historias de éxito, pasión y dedicación en el fascinante universo de la enología.
Clos Galena, fundada en 1999 por Miguel Pérez y su esposa, Merche Dalmau, es un proyecto vinícola ubicado en el Priorat que recientemente fue galardonado con el premio The European Awards 2023 como Bodega del Año. El éxito de Clos Galena radica en el compromiso, la pasión y la perseverancia, respaldados por un equipo sólido y la confianza de los clientes. La conexión con el territorio es fundamental, y desde la bodega, han apoyado proyectos sociales y culturales, y han llevado sus vinos a más de 30 países.
Clos Galena es una empresa familiar nacida en 1999. Tras la pérdida de Miguel Pérez en 2013, Merche Dalmau tomó las riendas del proyecto junto con el enólogo Toni Coca. A pesar de los desafíos, la bodega ha mantenido su alta calidad, incluso siendo seleccionada para el banquete de los Premios Nobel, concretamente con el vino tinto Formiga de Vellut. Ser mujer en el mundo del vino, para Merche Dalmau, es emocionante a la vez que desafiante en el ámbito empresarial. Sin embargo, superar adversidades es más una cuestión de talento que de género. En las últimas dos décadas, las mujeres han ganado presencia en roles destacados en sumillería y dirección de bodegas. Merche Dalmau quiere participar en el impulso de la mujer en el sector vitivinícola y otros ámbitos.
Mirando hacia el futuro, Clos Galena celebra su 25º aniversario con diversas actividades y catas, planea lanzar nuevos vinos, incluido un vino de finca, y fortalecer su proyecto de enoturismo iniciado hace años.
La inspiradora historia de Sandra Estévez, enóloga de Mastinell. Proveniente de una familia vinculada a la viticultura, su trayectoria se teje entre tradición y ambición. Con experiencia en el Priorat y, actualmente, liderando el equipo de Mastinell, ha superado desafíos en un sector predominantemente masculino. Sandra, destaca la importancia de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres para que enólogas como ella puedan tener largas carreras en el mundo del vino.
En cuanto a Mastinell, la bodega se distingue por su producción cuidada y tranquila, destacando en cavas con largas crianzas y la adopción del cultivo ecológico. Su mensaje para quienes exploran el mundo del vino: descubrir la historia y el paisaje detrás de cada etiqueta, pues todos son portadores de relatos y lugares excepcionales.
Bajo la dirección de Vicky Mareque, Pazo de Señorans destaca en el mundo del vino con una plantilla en la que el 75% son mujeres. Marisol Bueno, expresidenta del Consello Regulador das Rías Baixas, fue pionera en la región. La bodega, con doce hectáreas de viñedo propio, se abastece también de 198 pequeños productores locales.
El proceso de vinificación, busca la naturalidad del vino. Vicky Mareque, licenciada en Empresariales y gerente de la bodega, junto con su madre Marisol, guían la producción hacia vinos naturales y duraderos. Con énfasis en la variedad Albariño, Pazo de Señorans lanzó en los años 90 su primer vino de guarda, marcando un hito en la región. La filosofía arraigada desde el inicio del proyecto es maximizar el potencial de la uva albariño, creando vinos que evolucionan y mejoran con el tiempo. El compromiso de la bodega se refleja en transmitir a los clientes el cuidado y la dedicación en cada botella.
Mireia Pujol-Busquets, propietaria de Alta Alella, es una destacada pionera en el mundo del vino. Creció rodeada de botellas y viñedos, comenzando su conexión con el vino desde joven en la tienda de vinos de sus padres y, más tarde, con la adquisición de una pequeña finca cerca de Barcelona. Después de estudiar biología en la universidad y trabajar brevemente para la ONU, regresó a su pasión por trabajar la tierra, uniéndose al negocio familiar.
Los vinos de Alta Alella cuentan una historia vinculada al Mediterráneo y al rico suelo de la región. Cerca del mar, la bodega busca transmitir frescura y pureza en cada botella. Mireia destaca la importancia de compartir no solo el producto en la botella, sino también la historia detrás, reflejando su identidad y el terroir único. Resalta la importancia cultural del vino, subrayando su papel en la historia, educación y sociedad. Como mujer en la industria del vino, Mireia sirve de inspiración para las mujeres que buscan dejar su huella en la viticultura, enfatizando la importancia de la experiencia práctica, la educación diversa y la exploración de la multifacética industria vinícola.
En el corazón de la Terra Alta, en Corbera d’Ebre, se encuentra el Celler Jordi Miró, una bodega con más de tres generaciones dedicadas a la viticultura. Su enfoque se centra en vinos con personalidad única, cultivando viñedos seleccionados de manera sostenible. La pasión, tradición y modernidad de Jordi Miró se entrelazan para expresar la esencia del terroir y cautivar a los paladares más exigentes.
Este relato de éxitos en el Día de la Mujer destaca la contribución de Andrea y Aïda Miró, hijas de Jordi, quienes han llevado el legado familiar a nuevos horizontes. Andrea, responsable de los blancos frescos y aromáticos, como el Naturalment, explora las texturas de la garnacha blanca. Por otro lado, Aïda se sumerge en la garnacha tinta, creando tintos complejos y elegantes.
Jordi Miró y sus hijas no solo han forjado un proyecto personal, sino tres. Desde la creación de la bodega en 1999 hasta la incursión en variedades específicas con Andrea y Aïda, su legado se destaca por la diversidad y la calidad de una amplia gama de vinos.
Andrea Miró
Andrea empezó su trayectoria vinícola en la cosecha de 2017, aunque con 16 años elaboró dos vinos para su Trabajo de Investigación en Bachillerato. A partir de allí, se ha convertido en toda una experta de la Garnacha Blanca y la vinificación de esta variedad. Está rompiendo con todos los esquemas ya que fue la representante catalana más joven de los premios ProWein 2020.
Su proyecto vinícola Naturalment se esta ganando un sitio entre los vinos blancos de la Terra Alta y del panorama catalán.